7 consejos para preparar la presentación de tu TFG o TFM
Llevas todo un año (o incluso más tiempo) trabajando sin descanso, pasando minutos y horas delante de tu ordenador buscando artículos académicos, investigando qué metodología es la más apropiada y, en definitiva, dedicando casi toda tu vida a ese trabajo final, ¡y por fin lo has acabado! Sin embargo, aún queda una última parte… la presentación.
Antes de nada ¡no te asustes! La defensa oral de un TFG o TFM no es nada que no hayas hecho antes, pero, si estas nervioso o nerviosa aquí van 7 consejos de parte del equipo de ApruebaTodo para que claves tu presentación final.
1. Invierte tiempo en preparar un buen apoyo gráfico
Parece mentira, ¿pero sabes cuando dicen que una imagen vale más que mil palabras? ¡Pues es cierto!
Desde que las herramientas de procesamiento de imagen y texto llegaron a nuestras vidas cambió la forma en la que nos comunicamos, ¡también en el mundo académico! Hoy en día es totalmente impensable realizar una exposición sin un PowerPoint o un Prezi que nos apoye, ¡así que úsalo a tu favor!
Muchos alumnos se presentan al tribunal con PowerPoints hechos en el último momento, poco ingeniosos o, simplemente, aburridos. Piensa en el número de estudiantes que tendrán que escuchar los profesores ese día, o incluso toda la semana… ¡spoiler! Son demasiados, y, como consecuencia, ellos también están cansados. Si, en cambio, tu trabajo está expuesto con un refuerzo visual positivo, es decir, que sea estéticamente agradable, esté bien organizado y resuma de forma efectiva los pilares más importantes de tu trabajo… ¡ya has ganado muchos puntos!
Para hacerlo, se trata de conocer a fondo tu propio trabajo, no intentes explicarlo todo, sino solo aquello más importante, y después resúmelo estéticamente.
2. ¡Sé creativo!
Desde hace años se ha institucionalizado el esquema formal de una presentación final, es decir, donde el alumno traslada palabra por palabra el esquema de su trabajo escrito (introducción, objetivos, estado de la cuestión, metodología, resultados y conclusiones). Sin embargo, los profesores ya se han leído ese trabajo y lo que quieren es que les aportes un extra. ¡El límite es tu imaginación!
Puedes abrir la presentación con un video para conseguir un impacto inicial, hacer participar a los miembros del tribunal e incluso ir un paso más allá y cambiar el registro; por ejemplo, nosotros hemos visto presentaciones finales donde alumnos de derecho simulaban estar en un juicio ante sus profesores presentando los resultados de la investigación, o a estudiantes de publicidad que habían desarrollado una campaña para una marca ficticia fingir dar el pitch en una reunión de negocios. ¡Cada carrera tiene su sistema, encuentra el tuyo! Esto asegura a los profesores que realmente dominas tu campo y estás preparado para el mundo laboral, y a la vez les demuestras pasión por el TFG, versatilidad y proactividad, ¡así que la buena nota está asegurada!
Eso sí, también debemos advertirte que hay ciertos grados, universidades e incluso claustros de profesores que no verán con buenos ojos esta técnica y prefieren que te ciñas al formato formal. Pregunta a tu tutor antes de realizar un cambio de estas características.
3. No leas el Power Point
¿Recuerdas cuando te hemos dicho que prepares un buen material gráfico? ¡Nunca escribas grandes textos en el PowerPoint, limítate a resumir aquellos puntos más importantes!
El refuerzo visual es precisamente eso, un refuerzo, ¡así que nada de leer palabra por palabra lo que está escrito! Por un lado, tener poco texto hace que la presentación sea más entretenida para el tribunal, y que se puedan centrar totalmente en lo que tú estas diciendo. Piénsalo así: ¿para qué necesitan a un presentador que les diga exactamente lo que ya ven escrito? El ojo humano lee más rápido de lo que una persona puede hablar, así que cuando existe un gran texto escrito los miembros del tribunal suelen dirigir su atención a ese punto, y ellos habrán leído ya lo que tu estás diciendo con las mismas palabras. Ellos quieren escucharte a ti, que razones tus argumentos y los presentes con fiabilidad. Leyendo el PowerPoint no únicamente harás que los profesores estén aburridos, sino que dará la sensación de que no te has preparado para nada la exposición, y tu nota será mala. ¿Para qué arriesgarse?
Además, colocando el mínimo texto posible evitas la posibilidad de escribir algún error (tanto ortográfico y/o gramatical como de contenido) que esté presente durante muchos minutos, haciéndolo evidente.
4. Haz un guión y llévalo a la presentación
Este consejo puede parecer evidente, pero en el equipo de ApruebaTodo hemos visto, muchísimas veces, estudiantes que llegan a las presentaciones finales sin un guión en la mano. Perder el hilo de la presentación no es penalizable, pero puede ser un problema si te quedas totalmente en blanco y no sabes qué viene después o en qué punto estás. En cambio, con un guión esquematizado, rápidamente verás dónde estabas y como reconducir la situación, y de paso tendrás algo en las manos, ¡que siempre ayuda a controlar los nervios!
Escribe en un papel los apartados en los que has dividido la presentación, los puntos clave que quieres tocar y fechas u otros datos importantes, ¡no todo el discurso que tienes preparado!.
Eso sí, asegúrate de que el guión parece profesional. En otras palabras, no arranques un papel de una libreta y lo lleves directamente al tribunal; dobla con cuidado un papel A4 en 4 mitades y escribe ahí tu esquema. Si, por ejemplo, te decantas por una presentación más creativa, puedes hacer que la parte de detrás (la que será visible para el tribunal) sea parte del juego (puedes hacer que parezca un maletín si eres de Derecho o las pegatinas de un concurso de televisión si eres de Comunicación Audiovisual.
5. Cuida tu lenguaje no verbal
En la exposición cuenta tanto lo que estás diciendo como cómo lo estás diciendo. Si te tocas el pelo o no miras a los ojos a los miembros del tribunal, olvídate de recibir un 9 o un 10.
¿Qué debes evitar? Muy fácil, cualquier lenguaje no verbal que denote nerviosismo o inseguridad, como por ejemplo cambiar tu peso de una pierna a otra, tener los brazos cruzados delante del torso, no parar de tocarte el pelo y/o otras zonas del cuerpo, retorcer las manos y/o los pies, no levantar la vista del suelo, etc.
En cambio, refuerza lenguajes positivos: los brazos tienen que ir libres a los lados del cuerpo cuando estés exponiendo y, cuando estés quieto/a escuchando alguna pregunta del tribunal, en la espalda para demostrar seguridad. Mira a tu audiencia a los ojos, ves rotando de un profesor a otro, al proyector, a otro profesor, a un miembro del público, etc. y consigue algo en las manos (el guión, un bolígrafo, etc) para controlar los nervios.
6. Modula correctamente la voz
¿De qué sirve hacer una presentación si el tribunal no te puede oír? Habitualmente los y las estudiantes practican las exposiciones en sus habitaciones y adquieren un tono muy bajo para la defensa final. En ocasiones hemos visto incluso a profesores tener que solicitar al alumno que subiera el tono de voz, porque era imposible escucharle.
Este hecho, que puede parecer inocente, suele recibirse como muestra de inseguridad y nerviosismo, lo que suele afectar a la nota final. Así pues, pocos días antes de la presentación final acostúmbrate a practicar la presentación en un tono adecuado. Si es posible, ves a la sala donde expondrás con un compañero o compañera y pídele ayuda: ¿estás hablando muy flojo? ¿Muy fuerte? Idealmente te tienen que escuchar desde la primera hasta la última fila, en caso de que haya público, así que asegúrate de que modulas correctamente la voz para adecuarte a este requisito.
7. Practica, controla el tiempo de la presentación, prepárate preguntas y vuelve a practicar
Nada es mejor preparación para la exposición final de un TFG o TFM que la práctica. Una vez tengas un PowerPoint bien diseñado, agradable, con la información única y necesaria, hayas hecho un resumen de tu trabajo y hayas diseñado una presentación que no únicamente sea un resumen de tu TFG sino que aporte algún extra al mismo… toca practicar una y otra vez.
Practica solo/a, acompañado/a, delante del espejo para ver tu lenguaje no verbal y con amigos para que detecten posibles fallos en tu presentación de los que, quizá, no te habías dado cuenta. Pide consejos y recomendaciones y vuelve a practicar. Controla bien el tiempo y asegúrate que tu discurso no tiene una duración demasiado elevada, puesto que te penalizarán si te pasas del límite de tiempo establecido. Practica una y otra vez hasta que tengas, almenos, 20 segundos de margen por si hay algún problema, y vuelve a practicar.
En ocasiones nuestros alumnos piensan que recitando el discurso dos o tres veces es suficiente, pero por desgracia no es así. Almenos deberías “correr” tu presentación entera 10 veces sin problemas (es decir, donde puedas recitarlo todo de pies a cabeza), idealmente el doble, y una vez tengas el discurso interiorizado solicita a amigos y/o familiares que te hagan preguntas al respecto (sin que tu sepas cuales son) para preparar tu reacción a lo inesperado.
Venga, ¡ya lo tienes! ¡Solo te falta un último empujón! Muchísima suerte de parte de todo el equipo de ApruebaTodo!
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